La plataforma de videos cortos más famosa del mundo está en la cuerda floja en Estados Unidos. TikTok, propiedad de la compañía china ByteDance, se alista para lanzar una nueva aplicación —conocida internamente como “M2”— como parte de su estrategia para evadir la posible prohibición de operaciones en territorio estadounidense.
Según un reporte de The Information, la nueva app estaría disponible en las tiendas digitales a partir del 5 de septiembre de 2025. La versión actual de TikTok seguirá operando hasta marzo de 2026, aunque eventualmente todos los usuarios deberán migrar a la nueva plataforma, en caso de que la venta no prospere.
La medida llega en medio de una tensa disputa política entre Washington y Beijing, donde Estados Unidos insiste en que TikTok representa un riesgo para la seguridad nacional, acusando a ByteDance de posible filtración de datos hacia el gobierno chino, algo que la empresa ha negado de forma reiterada.
¿Y la venta de TikTok?
ByteDance tiene como plazo el 17 de septiembre para vender al menos el 50% de sus operaciones en Estados Unidos a una empresa local. Esta condición fue impuesta por la administración de Donald Trump, que en su momento buscó una solución sin llegar a la prohibición total.
Aunque Microsoft, Oracle y Walmart han sido mencionadas como posibles compradoras, las negociaciones no han avanzado debido a la oposición del gobierno chino, que controla las exportaciones de tecnología como la que sustenta el algoritmo de TikTok.
Trump, que en un principio impulsó la venta o el bloqueo, modificó su postura en 2025, afirmando que la plataforma lo ayudó a conectar con votantes jóvenes en su nueva campaña presidencial. “Tengo un pequeño lugar cálido en mi corazón para TikTok”, declaró a NBC News.
¿Qué pasará con los usuarios?
Actualmente, TikTok tiene más de 170 millones de usuarios en Estados Unidos y más de 1,000 millones en todo el mundo. La introducción de una app paralela como «M2» podría representar un riesgo de pérdida de usuarios o confusión, pero también es una forma de cumplir parcialmente las exigencias de Washington sin renunciar al mercado estadounidense.
Sin embargo, ByteDance necesitará la aprobación tanto del gobierno de EE.UU. como de China para concretar cualquier venta, lo que convierte este proceso en una carrera contrarreloj con múltiples obstáculos diplomáticos, técnicos y comerciales.