Por Juan Pablo Ojeda
La Fiscalía General de la República dio un nuevo golpe a la red que durante años operó alrededor de Genaro García Luna. Esta semana logró la detención de María Vanesa Pedraza Madrid, quien fue asesora cercana del exsecretario de Seguridad Pública durante el sexenio de Felipe Calderón y hoy es señalada por su presunta participación en operaciones con recursos de procedencia ilícita y delincuencia organizada.
De acuerdo con la FGR, la captura es resultado de investigaciones de la Fiscalía Especializada en Materia de Delincuencia Organizada, que identificaron a Pedraza Madrid como una pieza clave en el manejo legal y financiero de la empresa Nunvav Inc., señalada por las autoridades como un vehículo utilizado para recibir dinero de cárteles del narcotráfico. La detención se realizó el 16 de diciembre en la alcaldía Benito Juárez, en la Ciudad de México, y actualmente la exfuncionaria se encuentra recluida en el Cefereso número 16, en Morelos.
Aunque su nombre no apareció de manera directa en el juicio que llevó a García Luna a ser condenado en Estados Unidos por sus vínculos con el Cártel de Sinaloa, investigaciones paralelas han documentado su papel en el entramado financiero que rodeó al exfuncionario. Una de las más relevantes señala que Pedraza Madrid fungió como apoderada legal de Nunvav Inc., empresa investigada por la Unidad de Inteligencia Financiera por la presunta triangulación de más de dos mil 678 millones de pesos y al menos 74 millones de dólares, recursos que habrían salido del erario federal.
Según estas indagatorias, en octubre de 2019 fue designada apoderada general de la empresa durante una asamblea realizada en Panamá, donde se le otorgaron amplias facultades para manejar cuentas bancarias, contratar créditos y realizar operaciones financieras no solo en México, sino en cualquier país donde la firma tuviera actividad. En los hechos, esto le permitía mover grandes cantidades de dinero con un respaldo legal difícil de rastrear.
La trayectoria de María Vanesa Pedraza dentro del gobierno federal se consolidó entre 2001 y 2012. Inició en el sistema penitenciario y después se integró a la Secretaría de Seguridad Pública, donde llegó a ocupar un cargo estratégico como directora general adjunta en la coordinación de asesores de García Luna. Desde ahí participaba en el seguimiento de proyectos clave y en la operación interna de la dependencia.
Para las autoridades federales, el caso de Pedraza Madrid refuerza la narrativa de que el entramado de corrupción alrededor de García Luna no fue individual, sino una red compleja que combinó poder político, cargos públicos y estructuras financieras internacionales. La detención abre la puerta a nuevas líneas de investigación y a la posible responsabilidad de otros exfuncionarios que formaron parte de ese círculo cercano.
