Por Juan Pablo Ojeda
El pleno del Congreso de la República del Perú aprobó con 63 votos declarar “persona non grata” a la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, por el asilo político otorgado a la exprimera ministra Betssy Chávez.
El pleno del Congreso de la República del Perú aprobó la moción para declarar persona non grata a la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, debido al asilo político otorgado por su gobierno a la exprimera ministra Betssy Chávez. La votación, realizada este jueves, arrojó 63 votos a favor, 34 en contra y 5 abstenciones.
El motivo principal de la resolución fue el otorgamiento de asilo a Chávez, quien enfrentaba cargos por su implicación en el fallido autogolpe de Estado peruano de diciembre de 2022 bajo el gobierno de Pedro Castillo. La moción de repudio diplomatico se integra en un contexto de tensas relaciones entre ambos países.
En el contexto histórico, el Congreso peruano ya había aprobado en septiembre una moción de la Comisión de Relaciones Exteriores con mayoría para declarar persona non grata a Sheinbaum por “injerencia” en asuntos internos de Perú. Asimismo, la resolución de este jueves se suma a un ambiente diplomático deteriorado, en el cual México y Perú han tenido episodios de distanciamiento en los últimos años.
Durante el debate, congresistas de izquierda defendieron el asilo concedido por el gobierno mexicano a Chávez y criticaron que el Parlamento peruano apunta únicamente a mandatarios de tendencia izquierdista. Algunos legisladores, como Guido Bellido, argumentaron que también se debería haber declarado persona non grata al presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva por conceder asilo a la exprimera dama Nadine Heredia.
La presidenta Sheinbaum, hasta este momento, no ha modificado su postura y ha señalado que el asilo político se ajusta al derecho internacional. Según sus declaraciones previas, México considera legítima la petición de protección de personas que enfrentan procesos judiciales con tintes políticos.
Entre las consecuencias inmediatas, la declaratoria de persona non grata impide que Sheinbaum ingrese al país sudamericano bajo invitación oficial y representa un nuevo punto de fricción diplomática. Además, esta acción puede repercutir en temas bilaterales como comercio, intercambio cultural y cooperación internacional. Expertos advierten que la medida, aunque simbólica, intensifica el distanciamiento entre México y Perú.
Para el lector en México, la resolución plantea preguntas sobre el equilibrio entre asilo político, relaciones exteriores y los riesgos políticos de otorgarlo a figuras controvertidas. A su vez, deja en evidencia la delicada naturaleza de la diplomacia latinoamericana cuando se mezcla con orientaciones ideológicas.
Finalmente, el gobierno peruano deberá definir los efectos prácticos de esta declaratoria, mientras que el gobierno mexicano responderá ante organismos internacionales y podría buscar mecanismos diplomáticos de resolución. La tensión bilateral se mantiene, sin visos inmediatos de normalización.
