En el ajetreado mundo del Congreso Mexicano, donde los rumores y las especulaciones corren tan rápido como las sesiones, el diputado Alfonso Ramírez Cuéllar decidió ponerle un alto a las habladurías. En medio de la Comisión Permanente en el Senado, donde se revisan temas clave para el país, Ramírez Cuéllar fue claro: las versiones que lo apuntan para tomar el mando de la bancada de Morena en la Cámara de Diputados a partir del 1 de septiembre, simplemente no tienen fundamento.
¿De qué va todo esto? Bueno, en el Congreso, cada grupo parlamentario —como Morena— tiene un coordinador, que es el líder que organiza la estrategia, las propuestas y representa al grupo en negociaciones. Es un puesto con mucho poder, ya que influye en qué proyectos pasan o se quedan en la congeladora. Ricardo Monreal Ávila ha estado al frente de esta coordinación para Morena, y algunos rumores decían que Alfonso Ramírez Cuéllar iba a relevarlo pronto.
Pero el propio Ramírez Cuéllar puso las cosas en su lugar: “No hay lío, no hay competencia ni cambio en puerta”, expresó, subrayando que él respeta y apoya totalmente a Monreal. Es decir, se manda un mensaje de unidad en Morena, que es clave para que las políticas públicas que benefician a la gente salgan adelante sin broncas internas.
¿Por qué importa esto para la gente que no sabe mucho de política? Porque cuando los diputados están peleados o divididos, las decisiones importantes sobre la economía, salud, educación o seguridad pueden retrasarse o perder fuerza. Tener líderes que trabajan juntos, como ellos aseguran, facilita que las leyes que buscan mejorar la vida de los mexicanos avancen. Así, no solo es un asunto de “quién manda”, sino de que la política funcione para todos.
