Por Juan Pablo Ojeda
Lo que debía ser una noche de apoyo y fiesta terminó en caos. La tradicional serenata de los aficionados del América, realizada este viernes a las afueras del Hotel Marriott en Paseo Tollocan, Toluca, se convirtió en un violento enfrentamiento entre seguidores azulcremas y presuntos barristas de los Diablos Rojos del Toluca.
De acuerdo con videos difundidos en redes sociales, la celebración de los americanistas —que buscaba motivar a su equipo antes del duelo clave de este fin de semana— fue interrumpida por un grupo de aproximadamente 80 aficionados del Toluca, quienes llegaron lanzando piedras, botellas y bengalas. En cuestión de minutos, el ambiente festivo se transformó en una batalla campal con carreras, golpes y gritos.
Testigos aseguraron que una mujer embarazada resultó golpeada durante los disturbios. La presencia limitada de elementos de seguridad impidió una contención inmediata, lo que permitió que la violencia se extendiera por varios minutos antes de que la policía interviniera.
El partido entre América y Toluca, que podría definir el liderato general del torneo Apertura 2025, se mantiene en el centro de la atención. Ambos equipos llegan empatados con 34 puntos, apenas uno detrás de Cruz Azul, líder actual de la tabla, lo que añade tensión deportiva y emocional al encuentro.
Analistas deportivos y aficionados coinciden en que la Liga MX enfrenta un nuevo reto para reforzar los protocolos de seguridad en los alrededores de los hoteles y estadios, especialmente en partidos de alto riesgo. Estos incidentes reflejan un problema persistente en el futbol mexicano, donde la falta de vigilancia adecuada ha permitido que hechos violentos opaquen la pasión y el espectáculo en la cancha.
A pesar del incidente, se espera que el juego se lleve a cabo con normalidad, bajo un operativo reforzado de seguridad en el Estadio Nemesio Diez y sus alrededores.
